En Centroamérica y tal como lo registró Kapuciski, un partido de futbol provocó una guerra; porque ganar o perder construye o deconstruye la identidad colectiva de un pueblo harto de los fracasos y cuyo único sentimiento de solidaridad va vestida de los colores de su equipo favorito.
En México lo nacional, regional o local en el futbol va más ligado a cuestiones mediáticas, tanto así que los términos democracia y ''voluntad general'' son entidades morales que sostienen la salud económica de gobierno, secretaría de Hacienda y televisoras. Por eso el futbol en México es más rutinario, doméstico y por lo tanto si existe violencia, ésta no se da en los estadios y sí dentro de la vida familiar. Dados a ''cuidar la imagen '' el futbol de todas maneras debe practicarse o verse de algún modo. El ideal para nuestro país es la de aquel ratón aburrido que se le suelta para que busque comida, dé vueltas, no se muerda la cola.