Con oclografía neologizo “escritura de la plebe”. He aquí su esencia.La oclografía se trata de la dominación de la letra por quienes no tienen la intención de escribir para ascender de conciencia sino para hacernos saber a los demás que su estupidez es el mejor de los mundos posibles. Ortega y Gasset —que no era dos sino al menos tres— estaría de acuerdo en que somos una época en que el hombre-masa hace aparecer sus mensajes por doquier.
Ya sea en los mensajes de texto que aparecen en programas de televisión (“Niurka deja en paz a Bobby”) o en tags, YouTube, Twitter, blogs y toda página web (desde MSN News hasta Amazon.com) que tenga sección de “comentarios”. La oclografía pulula la palabra escrita. Algo inédito en la historia humana, ya que el elitismo de la imprenta oligarquizaba la grafía. Hasta hace poco —y no faltará quien siga afirmándolo no percatando el boom oclográfico electrónico— los best-sellers o la pornografía eran juzgados lo peor de la escritura pública. Es el grafiti que desgraciadamente sí se entiende.
Con el internet nació la Era de la Oclografía. En algunos años la mayoría de las palabras publicadas serán oclográficas. Cada palabra será una pepla más. La regla no escrita del oclógrafo es que no requiere verse como “autor” para publicar. Es la Muerte del Autor suplida por la Génesis del Nickname. Después de ver un discurso de Krishnammurti, alguien escribe en el comentario: “Se parece a Yoda”. Ante eso, ¿qué hacer? (texto completo...)
Ya sea en los mensajes de texto que aparecen en programas de televisión (“Niurka deja en paz a Bobby”) o en tags, YouTube, Twitter, blogs y toda página web (desde MSN News hasta Amazon.com) que tenga sección de “comentarios”. La oclografía pulula la palabra escrita. Algo inédito en la historia humana, ya que el elitismo de la imprenta oligarquizaba la grafía. Hasta hace poco —y no faltará quien siga afirmándolo no percatando el boom oclográfico electrónico— los best-sellers o la pornografía eran juzgados lo peor de la escritura pública. Es el grafiti que desgraciadamente sí se entiende.
Con el internet nació la Era de la Oclografía. En algunos años la mayoría de las palabras publicadas serán oclográficas. Cada palabra será una pepla más. La regla no escrita del oclógrafo es que no requiere verse como “autor” para publicar. Es la Muerte del Autor suplida por la Génesis del Nickname. Después de ver un discurso de Krishnammurti, alguien escribe en el comentario: “Se parece a Yoda”. Ante eso, ¿qué hacer? (texto completo...)
-Heriberto Yépez
1 comentario:
Ah, Yépez, el gran, el multicitado Yépez. Hablar de El matasellos, de A.B.U.R.T.O, del Tijuana que nunca conoceremos.
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