Si las balas no matán, lo que mata es la velocidad - el piporrro
¡Papi, cómprame un kalashnikov...! es reportaje de Jon Sistiaga sobre la portación e idolatría de armas en EEUU, dentro del Festival de la Metralleta de Knob Creek, Kentucky. Un trabajo a ratos facilista, irónico, ñoño y escalofriante, entre la opinión políticamente correcta de Sistiaga, padres de familia demasiado ingenuos e ignorantes y ordas de cowboys-paramilitares enagenados con la idea de Un Dios violento.
Recorrido interesante por EEUU profundo (naco y mocho, según mi camarada JACT), con datos ya conocidos, pero incomparables a la experiencia de escuchar a papás abrazando a sus hijos, exponiendo su opinión sobre la muerte de 11.000 personas cada año en EEUU por armas de fuego; explicando que todo se debe a la maldita televisión o bien, que los rifles no matan, que las personas son las culpables... pues de otra forma, la gente no podría matar con martillos (y la hija, antes preocupada como diciendo a chingá, es cierto, la estamos regando... después de la contundente respuesta de su padre sonríe aliviada) (respuesta contundente como pegarle al clavo con un martillo o pegarle un tiro al reportero con un rifle) (para qué usurpar funciones).
En general, el reportaje está recomendable, hay detalles para analizar como la presencia de bandas de rock, de protesta izquierdosas y rojas, en ese recinto de pólvora y fanatismo religioso extremoderechista. El vínculo fraterno entre legalizar drogas y armas. Así como la 2da enmienda de EEUU que desde hace 200 años permite la formación de grupos paramilitares fundamentalistas. Etcétera.
Por último, sólo para compensar el truco de presentar niños disparando con fondo musical tipo "al otro lado del arcoiris" diremos que son niños practicando, como quienes aprenden Aikido o tomar tequila desde pequeños. Eso niños no están en combate. Que sí es cierto, quizá la cultura de EEUU es gacha y troglodita, pero en general, por ahí vamos.
Y el reportaje en video, presentado ayer en televisión española está: aquí
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