Un sonido de tiquitiqui y tacataca me levanta de la cama. El ruido proviene de una luz remota presa en un frasco de ojos; esto porque los sueños -en su proceso de cristal- tintinea ostentoso hasta dibujarme barba, melena y bigote.
El tiquitiqui y el tacataca sigue en su ley implacable ¡Qué importa mi imagen de pirata!. El sonido me salpica de pepitas y ciruelas, y mis pies se hunden en alfombras de playa y costa, por eso el mar de sábanas anchas.
Pero seguro de que mil tiquitiquis y tacatacas de dos despistados ratones no pueden romper la dura cáscara de mis cocos y mis balas "chili peppers", tapo bien mis pies y orejas; porque resuelto el misterio, ustedes también pueden escribir cuentos desde la cama.
El tiquitiqui y el tacataca sigue en su ley implacable ¡Qué importa mi imagen de pirata!. El sonido me salpica de pepitas y ciruelas, y mis pies se hunden en alfombras de playa y costa, por eso el mar de sábanas anchas.
Pero seguro de que mil tiquitiquis y tacatacas de dos despistados ratones no pueden romper la dura cáscara de mis cocos y mis balas "chili peppers", tapo bien mis pies y orejas; porque resuelto el misterio, ustedes también pueden escribir cuentos desde la cama.
4 comentarios:
Daniel, es grato leerte, saber de ti, darme aliento. Es atravez de tus letras que cada mañana el mundo en que me desenvuelvo, violento, sucio, vulgar, estas tú para abrazarme. No djes de escribrir.
Karla
ABRE TU CORREO Y CONTESTANOS. YA HICE EL DEPOSITO, SINO QUE TUS AMIGOS TE AVISEN PARA QUE VAYAS POR EL. BESOS. DANA
Antes de cerrar los ojos le pregunto al mundo que se encuentra bajo mi almohada si me puede leer un cuento y me responde que ya estoy él.
:)
Besitos
Daniel Pulido dice:
Por acá está tu libro; cuando vea al flaco haré entrega del mismo, para que se lo solicites. Ta bien bonito, me cae.
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