El 5 de junio me subí a un ruta 4 para que me dejara en la guardería abc. Muchas personas en el camión íbamos vestidas de blanco, lo que fue muy lindo. Me acuerdo que hacía mucho calor y que durante todo el camino no vi ni una sola nube, el cielo era completamente azul y brillaba. Además, el paisaje se veía bastante seco. El cerro de la campana: seco. El vado del río: seco. Los camellones: secos. Cuando llegamos ahí eramos bastantes, creo que nunca habíamos empezado tantas personas una marcha de la guardería (la única causa que de verdad ha juntado personas aquí). Dijeron que fuimos más de veinte mil, como la marcha del 4 de julio del 2009, un día antes de las elecciones. A mi me pareció que había muchísima más gente y que, sobre todo, se trataba de un acto más sincero. El día antes de las elecciones, el año pasado, hubo acarreados: recuerdo haber visto a los organizadores sacándolos de las filas, reprobando esos letreros políticos que uno que otro se atrevió a llevar. En la marcha pasada, en cambio, no hubo este tipo de ocurrencias. Yo vi a mucha gente conocida, a compañeros de la escuela (actuales y pasados), a ex maestros, a familiares, incluso hasta a alguien que vivía en la misma ciudad que yo en el otro lado del Atlántico. Ahora me pongo a pensar que en Hermosillo todos estamos indignados con este hecho, seamos parientes de algún niño que haya sido víctima o no. Estamos enojados. Los carros que pasan enseguida de la marcha pitan en señal de apoyo y uno que otro conductor grita justicia.
Fuera de Hermosillo, me parece que la situación no ha movido tanta situaciones y sentimientos como aquí. En cierta medida es comprensible, pero por otro lado lo que pasó aquí pudo haber pasado en cualquier parte de México. No sé por qué cuando de verdad necesitamos solidarizarnos no lo hacemos. Hay mucha gente que se quita la "culpa" de no hacer nada criticando a los papás que organizan las marchas, diciendo que lo que buscan es dinero. Pretextos. Los mexicanos vivimos mansos, aguantando, sobreviviendo. Nos quejamos pero no hacemos nada. Ya lo había dicho y lo repito: si un incendio completamente evitable que mató a cuarenta y nueve bebés no humaniza y, por lo tanto, cambia este país, entonces no sé qué lo hará. Y me da tanto miedo.
Ximena Alvarez
Emilia Fraijo
Yeyé
Por cierto, Julio César es la persona más humana que conozco.
Fuera de Hermosillo, me parece que la situación no ha movido tanta situaciones y sentimientos como aquí. En cierta medida es comprensible, pero por otro lado lo que pasó aquí pudo haber pasado en cualquier parte de México. No sé por qué cuando de verdad necesitamos solidarizarnos no lo hacemos. Hay mucha gente que se quita la "culpa" de no hacer nada criticando a los papás que organizan las marchas, diciendo que lo que buscan es dinero. Pretextos. Los mexicanos vivimos mansos, aguantando, sobreviviendo. Nos quejamos pero no hacemos nada. Ya lo había dicho y lo repito: si un incendio completamente evitable que mató a cuarenta y nueve bebés no humaniza y, por lo tanto, cambia este país, entonces no sé qué lo hará. Y me da tanto miedo.
Ximena Alvarez
Emilia Fraijo
Yeyé
Por cierto, Julio César es la persona más humana que conozco.
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